Hace tiempo vi un articulo del síndrome de Ulises y creo que es importante retomarlo, sobre todo por los cambios que conlleva, cuando cambias de país o lugar de origen.
Ha que se refiere con Síndrome de Ulises? se refiere al gran héroe mitológico que logro pasar adversidades y grandes peligros lejos de su familia y lugar de origen de ahí nace nombrar a todos los emigrantes que pasan por stress al cambio.
cuando se inicia una nueva vida también existen nuevos miedos que dificultan la adaptación del nuevo lugar , surge el miedo a lo desconocido , se pierde la seguridad, identidad,integrarse a la nueva cultura etc. En general las personas superan estos miedos, miedos normales ante los grandes cambios, y poco a poco se verán en su nueva vida de forma satisfactoria.
Pero es normal pasar por esto pero cuando se pasa al extremo y no sale como lo esperabas surgen varios sentimientos que hacen que no salgas del momento rápidamente y es cuando surge el famoso síndrome de Ulises, los sentimientos mas comunes son :
Sentimiento de soledad: La separación de los seres queridos puede provocar en los momentos más difíciles un sentimiento de aislamiento, de no encontrar un lugar adecuado o personas cercanas. La persona puede sentir un vacío afectivo que le es difícil de soportar.
Tristeza: La nostalgia suele ser uno de los sentimientos más vividos en estas circunstancias, que junto al sentimiento de vacío, a los miedos y preocupaciones, provocan ideas de incapacidad y de falta de valor (sufriendo una pérdida de autoestima).
Culpabilidad: muy relacionado con lo anterior, la persona puede sentirse culpable por haber hecho mal las cosas, por haber “abandonado” a seres queridos o por creerse la causa de su propio fracaso. Puede haber una auto-recriminación por la situación actual y un arrepentimiento por la decisión tomada. A este respecto tiene mucho que ver la situación laboral, si no ha encontrado trabajo o un trabajo que le satisfaga, ya que es uno de los objetivos principales que llevan a emigrar.
Desengaño: La persona puede ver el lugar que ha llegado muy diferente a lo que esperaba. Las ideas o esperanzas que había puesto, pueden verse frustradas y puede sentir cierto resentimiento al lugar donde vive, entrando en una espiral de sentimientos negativos.
Trastornos asintomáticos: Además estos síntomas psicológicos suelen ir acompañados como insomnio (imposibilidad de conciliar el sueño ante la preocupación por la situación actual) dolores de cabeza y de estómago, falta de apetito o exceso en la ingestión, falta de concentración o fatiga extrema.
Estos síntomas aparecen cuando la situación para la persona la desborda y no se ve con los recursos necesarios o con la capacidad de afrontar lo que le ocurre. Al final de estos síntomas habría una creencia de la persona que se puede expresar en: “No puedo seguir así”. Estamos ante una crisis vital, a la que se habrá llegado por la forma de enfrentarse a la nueva situación y que tiene que mucho con la forma de ser de la persona, de cómo reacciona ante las circunstancias.
Sentimiento de soledad: La separación de los seres queridos puede provocar en los momentos más difíciles un sentimiento de aislamiento, de no encontrar un lugar adecuado o personas cercanas. La persona puede sentir un vacío afectivo que le es difícil de soportar.
Tristeza: La nostalgia suele ser uno de los sentimientos más vividos en estas circunstancias, que junto al sentimiento de vacío, a los miedos y preocupaciones, provocan ideas de incapacidad y de falta de valor (sufriendo una pérdida de autoestima).
Culpabilidad: muy relacionado con lo anterior, la persona puede sentirse culpable por haber hecho mal las cosas, por haber “abandonado” a seres queridos o por creerse la causa de su propio fracaso. Puede haber una auto-recriminación por la situación actual y un arrepentimiento por la decisión tomada. A este respecto tiene mucho que ver la situación laboral, si no ha encontrado trabajo o un trabajo que le satisfaga, ya que es uno de los objetivos principales que llevan a emigrar.
Desengaño: La persona puede ver el lugar que ha llegado muy diferente a lo que esperaba. Las ideas o esperanzas que había puesto, pueden verse frustradas y puede sentir cierto resentimiento al lugar donde vive, entrando en una espiral de sentimientos negativos.
Trastornos asintomáticos: Además estos síntomas psicológicos suelen ir acompañados como insomnio (imposibilidad de conciliar el sueño ante la preocupación por la situación actual) dolores de cabeza y de estómago, falta de apetito o exceso en la ingestión, falta de concentración o fatiga extrema.
Estos síntomas aparecen cuando la situación para la persona la desborda y no se ve con los recursos necesarios o con la capacidad de afrontar lo que le ocurre. Al final de estos síntomas habría una creencia de la persona que se puede expresar en: “No puedo seguir así”. Estamos ante una crisis vital, a la que se habrá llegado por la forma de enfrentarse a la nueva situación y que tiene que mucho con la forma de ser de la persona, de cómo reacciona ante las circunstancias.
- La mejor forma de comenzar una nueva etapa es cerrar de forma consciente la anterior: realizar una despedida con familiares y amigos. Es necesario ser consciente de la pérdida que supone, pasar por el duelo que conlleva y despedirse expresando los sentimientos que provoca la nueva situación.
- Es el momento de liberarse y comenzar a ser aquello que se desea ser. Se sigue siendo en esencia la misma persona pero con la posibilidad de dar un salto cualitativo y acercarse más a quién se quiere ser en realidad.
- Tomar la decisión de emigrar es una prueba de valentía y de querer mejorar. Ante la posibilidad de quedarse “atascado” la persona decide dar un paso para abrir nuevas posibilidades.
- Hablar con personas que han pasado por el mismo proceso y conocer el contexto aunque sea de referencias ayuda a quitar miedos por lo que pueda venir, además de tener una visión más realista de lo que nos vamos a encontrar.
- Estar abierto a aprender, tanto la nueva lengua como la forma de vida. Adaptarse y sumergirse en la nueva cultura no significa cambiar la identidad, se sumará a lo que uno es.
- Ver los aspectos positivos del nuevo “hogar”, y aunque no se pierda contacto con lo anterior, una relación excesiva desde el pensamiento y la emoción con lo dejado no ayuda a adaptarse a la nueva situación. Muchas veces se idealiza lo que se ha tenido y no deja ver lo positivo del presente.
- Buscar a personas afines que comprendan y compaginen con nuestra propia historia de vida para ello se puede acudir a grupos asociativos, redes sociales,…que tengan algo en común.
- Distinguir las cosas que dependen de nosotros mismos y las que no, esto ayudará a no frustrarse con algo que está fuera de nuestro alcance. Por ejemplo: Buscar trabajo de la mejor forma posible depende de nosotros, que nos ofrezcan el trabajo depende de la situación económica o las circunstancias.
Emigrar puede ser una experiencia enriquecedora para la persona pero también pude ser un momento de crisis personal, saliendo a la luz aspectos que no habíamos vivido hasta esta situación. Saber afrontar este reto puede fortalecer y hacer crecer a la persona, superando estos momentos de crisis y dejando atrás aquello que le impide avanzar.
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