Sabes cómo usar tu casa para generar cambios internos?

Todos estamos expuestos a los cambios, cambios que se reflejan de forma externa por nuestro estado interno. Cuando estamos atravesando un momento de muchos cambios, ya sean emocionales, espirituales, físicos, etc. 
Nos podemos apoyar de nuestro arraigo más importante para poderlos hacer de forma más armoniosa; este arraigo es nuestro hogar. Un espacio en el muchos nos reconstruimos y nos cargamos de energía, que también puede ser utilizado como generador de cambios y apoyo para construir cosas nuevas en nuestras vidas.
 Así como nuestro mundo externo refleja nuestro mundo interno, de igual forma si hacemos cambios externos, pueden ayudarnos a generar cambios internos; y aunado a esto, si estos cambios externos los hacemos en este poderoso arraigo, entonces se intensifica el resultado. Para esto se requiere de tareas muy fáciles que todos podemos realizar. Pero antes de empezar pregúntate, ¿cuántas cosas que ya no te sirven, sigues guardando?, ¿cuanto tiempo tiene de que no mueves ni un sólo mueble dentro de tu casa?, ¿mantienes orden en tu casa, o es un desastre? ¿tienes un lugar dentro de tu casa, íntimo en donde puedas ofrendar y agradecer por tu día a día? Ahora, una vez que hayas respondido, haz estas mismas preguntas pero refiriéndote a ti. Recuerda que la casa es nuestro vivo retrato. Si guardamos muchas cosas en nuestra casa, quizá sea por que también estamos guardando cosas que ya no necesitamos y nos están haciendo daño en nuestra vida personal. ¡Es tiempo de tirarlas! Si no hemos movido nada en nuestra casa desde hace un tiempo, quizá sea por que nos rehusamos a hacer cambios que ya tenemos que hacer con nosotros mismos. ¡Es tiempo de mover muebles! Si nuestra casa es un desastre, está sucia y pasan semanas sin que pongamos orden, es probable que así seamos también en nuestras vidas, un desastre; incluso nuestro ser se sienta sucio o descuidado. ¡Es tiempo de limpiar! Si no tenemos un lugar para nosotros dentro de nuestra casa en donde podamos ofrendar y agradecer día con día, es por que quizá ese lugar tampoco exista dentro de nuestro ser.
 De esta forma nos damos cuenta que podemos hacer estos sencillos cambios, que evadimos e ignoramos en nuestra persona, empezando con nuestro hogar. Esto hace que rompamos los patrones internos de forma externa para que una vez terminemos en poner orden en nuestra casa externa, empecemos con nuestra casa interna. Poco a poco, las dos se irán alineando para que ocurra un equilibrio armonioso.

 

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